jueves, 9 de julio de 2009

Sólo...

Sólo deseaba otro final para esta noche, y decidií imaginarte a mi lado. Sólo te deseaba. Sólo deseaba una ínfima parte de lo que sabía que podías ofrecerme. Y lo tenía todo.
Me bastaba tu rostro al lado del mío, anunciando ya el final de la noche que se nos presentaba tan mágica, tan oscura de nubes, de piruletas, flores, zapatos de tacón y pistolas en las nubes, de gominolas dulces que bajabasn del cielo a tu boca. Ésta se me ofrecía caprichosa, como un escondite, como un hogar clandestino. Y, a pesar de no conocer tus manos tanto como desearía, se me antojaban perfectas, fuertes, seguras, protectoras, a la vez que aventureras -intuía -.
Me disponía a lanzarme al mar de la mano contigo, hasta llegar a la orilla de tu cama, de tu playa, dónde no hay nombre ni pasado que valga durante unas pocas horas, furtivas, robadas a una luna que, confidente, se ofrecía a guardar nuestro secreto, mientras se escondía esporádicamente tras tupidos algodones de cielo, pretendiendo esconder sus sonrojadas mejillas.
Un soplo de viento, por favor. Que alborote mi cabello, que roce a la par que tus manos mi espalda casi desnuda. Que me haga estremecer de frío y de calor. Un soplo de deseo largamente enjaulado. Que las manos desplieguen sus alas, que no haya lugar para la imaginación, que planeen a placer, surcando todos los rincones de mi dermis. Hasta que, exhaustas, se posen en mi vientre y busquen refugio en él.
Deja que la carne sea. Deja que se viva a sí misma. Deja que te pida más, cólmala de vida, y así, uno en otra, vivirnos la noche, vivirnos la carne, vivirnos la vida misma. Vivirnos mutuamente.
Y de la hendidura de la roca, de esta herida, brotará el agua limpia, que nos lave la piel y conserve los olores, para que podamos recordar.

2 comentarios:

  1. Hi ha coses que són precioses, altres, són delicioses, i altres, millors encara, són precioses i delicioses a l'hora, com aquesta. No dic res més, però t'avançe que t'estic preparant una coseta. Ai les mans... però abans he d'anar al camp, enllà l'horta, on, vora sèquia, seu un vellet al qual encisa allò diminut, i que sap unes quantes coses sobre les mans i els seus plaers. Besets de brisa!

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  2. :O Una sorpresa...! M'intrigues...

    A veure què et conta aquet vellet. Segur que sap de sa vida més que molts, si és capaç d'apreciar es delicats i diminuts encants de sa vida. Com es saltamontes que em saltaven ahir damunt des peus quan passetjava per ses feixes. ^.^ Petitets i des color de s'herba seca. Un encant més...

    I mans... ai mans! Què t'he de dir?


    Un bes!

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