sábado, 19 de febrero de 2011

En tierra de cerdos.

Fumaba como una locomotora, a cladas cortas y rápidas, como si tuviera la maldita intención de llenarme las venas de humo.

Sólo os oigo quejaros... miles de voces chillonas e irritantes que acarician mi piel peligrosamente, que maldicen y blasfeman. Sabéis que? Un día va a darme igual, dejaré de hundirme con vosotros. No me callaré... chillaré hasta que mi voz se rompa o os rasgue la piel, os perfore la carne y os quiebre los huesos, hasta hundiros en ese mar negro con el que intentáis rodearme.

Que os jodan. A todos.





"El juego es así, no esperes más a tu suerte. Dentro de mí también existe un demente."


El Fatástico Hombre Bala - Tierra de cerdos.