lunes, 24 de agosto de 2009

Sus ojos parecían clavarse en mí para descorcharme el alma. Me conoce demasiado bien. Más de lo que yo misma imagino, por eso calla y mira, con esos ojos que lo dicen todo. De hecho, creo que nos entendemos mejor así que con palabras. Sólo sabemos contarnos estupideces. Pero cuando nos miramos... se revuelven los secretos de los dioses en nuestros ojos.

Y nos sorprendemos verdades el uno al otro.

Tanta verdad me abruma. Perdí la costumbre de creer lo que me dicen... Pero él no dice nada. calla y me mira, me observa, atraviesa mi ropa y mi carne y me sabe, me conoce, se anticipa a mis gestos, a mis emociones. Y me hace sentir tan traslúcida, tan desnuda a su lado, que sólo puedo combatir mi inseguridad imaginándole de la misma forma... pero entonces tiembla el suelo bajo mis pies.


"Y cuando me toma y me usa le cuento que me traiga al infierno, mi dulce condena..."

2 comentarios:

  1. Diuen tantes coses les mirades i els ulls dels altres... a mi em dona por aguantar la mirada massa temps, jaja xD

    mua!

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  2. Jajaja. tens raó. Es ulls són molt més eloqüents de lu que mus pensam.

    I es jocs de miradetes.... ai! jijiji!

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