Dormía una noche.
Dormía
y su sueño pensó,
con el peso del cielo encima,
que había llegado el momento de la deserción.
Como un santo que busca su propio martirio,
tejió nidos en la ventisca del tiempo,
dónde
- pensó-
podría esconderse del silbido de una locomotora.
Ese tren nocturno era mi pasaporte al abismo.
Crucé estados muertos y naciones vacías
empujada por su recuerdo hacia el olvido,
rumbo a ese vertedero de lo mediocre.
Y en éste,
su último lamento,
no supo si aplaudir mi poesía
o condenar la evocación de mis recuerdos.
Inspirat en una obra de teatre de Ray Bradbury,
Al abismo de Chicago. (Inclosa en el llibre
El maravilloso traje de color vainilla)
Imatge: Passeig marítim, La Coruña, Gal·lícia.
Molt be sofia, tens d'escriure mes, se te dona molt be. besitos
ResponderEliminarJajaja! paraules de mare... grasis!
ResponderEliminaruehh!!!
ResponderEliminarBradbury gravado a fuego por lo que veo eh!XD molt be...gran frase la de "vertedero de lo mediocre"...ahi estan todos los que no son yo!XDDD
besets desde el sur!!!^^
que xula sa foto!!!! :P
ResponderEliminarque pulit va ser aquell viatge...
wenu, res que t'estim moolt (L)(L)(K)(K)