domingo, 20 de diciembre de 2009

Barry Manilow y el último baile




Barry Manilow - Everybody loves somebody

Cascabeles.

Caminaba. Miraba los árboles y fijaba sus ojos en cada esquina. Buscaba el camino de vuelta a casa. Buscaba las señales que ella había dejado en el aire.

Los cascabeles acompañaban cada uno de sus pasos, recordando aquella ancha tobillera metálica cargada de cascabeles que ella lucía en todo momento, que nunca dejaba de adornar su tobillo, ni tan solo cuando hacían el amor.

Volvía a ser el tiempo de las cerezas, como cuando la había conocido. Recordó las noches de verano que pasaban silenciosos escuchando las estrellas, bebiendo vino frente al mar. Sin copas, sin nada que separara sus labios. ¿Por qué la había dejado marchar?

Las oportunidades se presentan, siempre poco oportunas y, desafortunados, las dejamos pasar.

Luego, lamentó su falta de valor y, con el sabor amargo de la derrota y la culpa, pasó de largo por delante de su portal sin apenas volver la vista atrás.

Yerma

A mareas y borbotones
fluyen
por mi vientre
- de tanto tiempo yermo
de tí -
tus ideas.

Y garabatean ilusiones
en él,
manchando de sange
y soledades,
mi piel.
Tatuada tu ausencia
en el negro de mis ojos.

Tu nombre se funde
entre el roce de mis sábanas
y los cascabeles de tus ojos.

El mío se pierde en esta lucha de titanes.

Es hora de decapitar la hidra.

Salomé obtuvo su recompensa.


Nit II

Sofà, flassada i tele. Una peli dolenta... que no arriba a treure'm d'aquesta tempesta de pensaments, tant diferents, que em bombardejen sa ment.

No hi ets. Es millor que no hi sigues... no sabria explicar-me. I tu no sabries què dir-me. Hi ha silencis que diuen més que allò parlat. Seria massa extrany, tenir-te sense que fossis meu...

Haver de guardar distància. Com s'entén?

IX

- Me echabas de menos, ¿verdad?

- Eso es presuntuoso

- Y cierto.

sábado, 12 de diciembre de 2009

jueves, 3 de diciembre de 2009

Himno a la belleza


Auguste Rodin- L'eternelle idole



Auguste Rodin - Le baiser





¿Vienes del cielo profundo o surges del abismo,
Oh, Belleza? Tu mirada infernal y divina,
Vuelca confusamente el beneficio y el crimen,
Y se puede, por eso, compararte con el vino.

Tú contienes en tu mirada el ocaso y la aurora;
Tú esparces perfumes como una tarde tempestuosa;
Tus besos son un filtro y tu boca un ánfora
Que tornan al héroe flojo y al niño valiente.

¿Surges tú del abismo negro o desciendes de los astros?
El Destino encantado sigue tus faldas como un perro;
Tú siembras al azar la alegría y los desastres,
Y gobiernas todo y no respondes de nada,

Tú marchas sobre muertos, Belleza, de los que te burlas;
De tus joyas el Horror no es lo menos encantador,
Y la Muerte, entre tus más caros dijes,
Sobre tu vientre orgulloso danza amorosamente.

El efímero deslumbrado marcha hacia ti, candela,
Crepita, arde y dice: ¡Bendigamos esta antorcha!
El enamorado, jadeante, inclinado sobre su bella
Tiene el aspecto de un moribundo acariciando su tumba.

Que procedas del cielo o del infierno, ¿qué importa,
¡Oh, Belleza! ¡monstruo enorme, horroroso, ingenuo!
Si tu mirada, tu sonrisa, tu pie me abren la puerta
De un infinito que amo y jamás he conocido?

De Satán o de Dios ¿qué importa? Ángel o Sirena,
¿Qué importa si, tornas -hada con ojos de terciopelo,
Ritmo, perfume, fulgor ¡oh, mi única reina!-
El universo menos horrible y los instantes menos pesados?



Charles Baudelaire - Les fleurs du mal.

Inmortal

Y el mundo no es más que una espiral eterna, insaciable... Y en ella me pierdo buscando tu boca, que jamás alcanzo, que siempre se me escapa. Libertad, levantar el vuelo y escapar de este absurdo retorno sin final. Y miedo de caer al vacío...

miércoles, 2 de diciembre de 2009

VIII

Es verdad, amigo, pero la verdad no es siempre lo aparente.