sábado, 29 de agosto de 2009

Mimo

Quiero que seas un títere en mis manos. Que tu maldita vida cuelgue de los jirones de tu alma y obedezca a cada tirón de mis dientes. Que no seas más que un bufón, quien, viendo desteñido su tétrico traje, vea caer el telón de su fracaso. Que tu guión a mis oídos es ridículo. Empezaste por el final, anticipando la muerte del héroe, pero eres tu quien se hunde... Blasfemo patán. Cavaste mi tumba y ahora es tu nombre el que adorna la lápida.

lunes, 24 de agosto de 2009

El mar se elevaba hasta la línea del horizonte como
un muro compacto de jade y lapislázuli.

Aldous Huxley, La Isla.


Mi imaginación se negó a pintar su
angustia, y el cuadro quedó sin acabar.

Washington Irving, Cuentos de la Alhambra.



Sus ojos eran del color de la arena. jamás se había visto tamaño mar de tristeza en unos ojos tan bellos.

Solía acercarse a la orilla en las noches de luna llena y se recostaba sobre una immensa roca, sobre la que se abatían las olas con furia. Se dejaba salpicar el cuerpo, y su pelo colgaba lánguido hasta su cintura. Le gustaba sentir como el agua impregnaba en todo su cuerpo ese olor a algas y sal.

Y lloraba, lloraba el olvido. Lloraba lágrimas que se perdían en el azul infinito del mar. Vertía tristeza. Esa angustia que inundaba su corazón y se perdía dónde la línea del horizonte no se distingue entre mar y cielo.

Sus ojos parecían clavarse en mí para descorcharme el alma. Me conoce demasiado bien. Más de lo que yo misma imagino, por eso calla y mira, con esos ojos que lo dicen todo. De hecho, creo que nos entendemos mejor así que con palabras. Sólo sabemos contarnos estupideces. Pero cuando nos miramos... se revuelven los secretos de los dioses en nuestros ojos.

Y nos sorprendemos verdades el uno al otro.

Tanta verdad me abruma. Perdí la costumbre de creer lo que me dicen... Pero él no dice nada. calla y me mira, me observa, atraviesa mi ropa y mi carne y me sabe, me conoce, se anticipa a mis gestos, a mis emociones. Y me hace sentir tan traslúcida, tan desnuda a su lado, que sólo puedo combatir mi inseguridad imaginándole de la misma forma... pero entonces tiembla el suelo bajo mis pies.


"Y cuando me toma y me usa le cuento que me traiga al infierno, mi dulce condena..."

sábado, 22 de agosto de 2009

Ari

Ari era de esas personas que encuentran su hogar en cualquier sitio. Podía dormir o estudiar en un bar, podía comer en clase y podía follar en la lavandería del hotel. Con sus pies solía gustarle de sembrar margaritas en la arena.
Era reluciente y luminosa como un gigantesco limón, pero con una amargura distinta. Había que comerla bien madura, como una cereza. Crujía dulcemente. Crujía escandalosamente...
Ari desprendía el mismo calor que una cafetera, esas cafeteras que algunos bares no apagan ni por las noches, esas cafeteras que siempre arden. Pero ella no te preparaba un café por la mañana. Si quieres café, la cafetera tiene agua y el café molido está en el estante de la derecha. No le preocupaba ser útil. Prefería su cama.
No era de aquellas mujeres que aspiran a supermodelo, era atractiva a morir, pero no deseaba la paz en el mundo. Ari sólo quería caramelos de fresa, de esos que por dentro llevan una gelatina ácida, que le provocaba unos escalofríos tremendamente divertidos en la espalda, para no olvidar que, incluso el chocolate más dulce, le podía resultar amargo.

viernes, 14 de agosto de 2009

El Príncipe de la Dulce Pena

Pt. I

La tristeza es mi sangre,
y a su vera, mi vena,
dónde mora de pena,
donde muere de hambre.

Hambre y melancolía
de que la Luna esté llena
de amoríos y alegrías.
Soy el Príncipe de la Dulce Pena.

Un beso es dónde tú terminas,
y un abrazo tuyo, mi abrigo.
Tu boca, dónde allí germina
mi delirio y mi muerte... si es contigo.


Pt. II

De la luz soy el desterrado,
tortuoso monólogo con la muerte,
llanto fúnebre del alunado.
Lloro lascivia, lloro mi suerte.

Lascivia demente de sacrílegos besos,
dulce amargura del paria caído.
Tu sangre es perfume, que una vez olido,
hace que ebrios recorran tu cuerpo
mis labios, de tu palidez presos,
de tu juventud heridos.

Mi cuerpo en mi ataúd te espera,
hecho de tristeza, sexo y madera,
tintado con la sangre de un río,
de tu lado oscuro, de tu rincón sombrío.

Todavía tiene mi tumba impregnado
el olor de tus últimos besos.
Todavía llora mi almohada tu ausencia,
porque te tiene tan lejos...

que invoco tu nombre y aúllo a la Luna:
<< Soy la inmundicia, el que sólo te llena.
Soy el que soy, tu Príncipe, el de la Dulce Pena. >>

Escucha mi jadeo que en tu cuello se aloja.
¿Luz o tinieblas? Que tu alma escoja...


Pt. III

El diablo tararea
canciones susurradas al oído.
Blasfema caricia aunque vea
mi muerte con cada latido.

Canta poemas de lúgubres versos,
acerca su boca y la pega a la mía.
Su aliento está muerto, suis labios son tersos,
me jura trsiteza y melancolía.

Corrompe mi cuerpo con un solo beso,
su cuerpo es de hembra, de hombre su sexo.

El diablo me canta a menudo un lamento
de noches eternas cuando hay luna llena.
Y cuando me toma y me usa, le cuento
que me traiga al infierno, mi dulce condena.

Soñor de la inmundicia,
Príncipe de la Dyulce Pena,
mi sangre me acaricia.
Hoy soy tuyo, hay luna llena.


Txus di Fellatio - El cementerio de los versos perdidos.


Pt. I


Pt. II


Pt. III

jueves, 13 de agosto de 2009

Soñar contigo






Esa noche se había arreglado mucho. Más de lo que acostumbraba. Se había puesto el vestido morado que tanto le había gustado a su ex - y a cualquier otro hombre, con ese escote! - y los tacones negros. Había decidido que necesitaba tomar el aire y una copa de vino. Se sentía extrañamente atractiva.

Llegó a un pequeño restaurante, la terraza del cual casi alcanzaba la arena de la playa. En los altavoces sonaba una y otra vez Soñar contigo, de Zenet. Pidió una copa de vino. Se alegró al ver que se la servían en una copa alta, de esas que vibran y gimen cuando se les acaricia la boca con el dedo húmedo... Pasó largo tiempo observándola. El cristal era increiblemente transparente y dejaba ver el reflejo de la luna en el mar incluso a través del vino. Y el vino... era odiosamente rojo, odiosamente perfecto y casi se igualaba en intensidad al color de su pintalabios. Decidió probarlo. Le encantaba ver como el pintalabios marcaba su boca en el filo de la copa. Y al levantar la vista se percató de que había, en la barra, un joven, a su parecer, demasiado perfecto para estar allí solo. ¿A quién estará esperando, maldita sea?

Tras tres o cuatro tragos se sentía vencida, no tanto por el alcohol como por el recuerdo de los acontecimientos más recientes. Se sentía despojada de todo por cuanto había dado, desde hacía más de tres años, la mejor ración de su pan, de su tiempo y de su cuerpo. Para nada. Para obtener, únicamente, aquella immensa soledad que se prendía del bajo de su vestido y que pretendía morderle los tacones. Apretaba los dientes. Quién me mandaría a mí, bajar de mis tacones y besarle los pies a ese malnacido!

Absorta en estos pensamientos no se dió cuenta de que le habían retirado la copa. Se volvió para pedir otra al camarero y vio al joven de la barra hablando con él. No tenía prisa, ya pediría la copa cuando terminaran, pero necesitaba ir al aseo. Se levantó, cogió el bolso y se encaminó al baño. Se retocó el maquillaje, aunque no fuera necesario. Cuando terminó, se quedó mirándose al espejo. Le encantaba mirarse a los ojos, como intentando ver qué se ocultaba tras esa mirada dura, tras ese rencor maquillado de femme fatale. Recogió el pintalabios, que había quedado abierto cerca del espejo y se encaminó hacia la mesa dónde se había sentado antes. Se sorprendió al ver que había alguien sentado en ella y, al acercarse, vió que era el joven de la barra. Una copa de vino la esperaba frente a su silla, y él sostenía una en su mano. Había pegado ya algún trago. Se sentó y le miró a los ojos, desafiante. Le pareció que pasaban así una eternidad. Él con su aire de ligereza y de evidencia y ella con esa mirada agresiva a la vez que parecía preguntar qué estaba pasando. Entonces él sonrió, levantó la copa e hizo el ademán de brindar.


Ella sólo pudo sonreír, ya que de golpe entendió la conversación que él había mantenido con el camarero. La copa que sostenía su desconocido acompañante en su mano tenía una mancha de pintalabios escarlata en la que él acababa de posar sus labios.


Brindaron.

lunes, 10 de agosto de 2009

Que se joda el viento - Marea (28.000 puñaladas)

Si algún dia, algú em digués això, fós de sa mateixa manera o d'una altra... Aix!



Ponte el moño apretao, sirena,
que se joda el viento,
rompe las horquillas de espuma
y déjame que te remache sonrisas de hierro
de esas que disipan las brumas.

Que sé que entre los males nos lloverán cristales,
yo iré descalzo y tú desnuda
al son del amor, del ronco tambor que toque la Luna.

Vamos a trepar a la copa de éste sol de enero,
y a hacer un nido en su ramaje,
y allí reírnos viendo como a cada minutero
se lo devora el oleaje.

Y cuando entre mis brazos resuenen cañonazos
yo iré perdido entre tus dunas
dejándolo todo, quemando los tronos
dónde reinen dudas.

Y báñate en mis ojos, que se joda el mar
que quiera mecerte a su antojo,
si no somos nadie a nadie va a encontrar.
Y si a las heridas quiere echarles sal
sólo va a encontrarse cerrojos
y las cicatrices de la soledad.

Coge resina para untarnos poco a poco el cuerpo,
por si vuelve la ventolera,
y mientras tanto, entre los huecos que nos deje el tiempo
deja volar tu cabellera,
que si a nuestra locura vuelven nubes oscuras
nos cogerán frente con frente y codo con codo,
cada vez más solos, rodeados de gente.

Y báñate en mis ojos, que se joda el mar
que quiera mecerte a su antojo,
si no somos nadie a nadie va a encontrar,
Y si a las heridas quiere echarles sal
sólo va a encontrarse cerrojos
y las cicatrices de la soledad.







sábado, 8 de agosto de 2009

por escènica.

Joder, això és Sodoma i Gomera!

Macho... sempre estam amb lu mateix (perdonau ses pagesades, venc d'un concert de Ressonadors).

Sa cosa és que, estant absurdament asseguda davant s'ordenador escoltant "el vuelo del halcón" de Saratoga (no inspira res però... es cantant està tan tremendo!) he pensat que tenc un problema.

Sí. Por escènica.

Aix...

No, no, no. No és lu que pensau. Bé, si. No em posaria a cantar o ballar en un escenari ni per tot l'or del món. (només si m'ho demanàs es cantant de Saratoga >.<). Però lu que vull dir és diferent. Quan hi ha una cosa que desig fer... m'imagint fent-la, em veig... i em començ a sentir estúpida. Em pos nirviosa (una altra pagesada) i em veig ridícula. I entonses (olé) pens en algunes situacions en ses que m'he vist embolicada i em vens tu a sa ment. I pens... que estic mal des bolet, que d'on trec aquestes idees, que qui em manava a tirar-me de cap d'aquesta manera. I... ¿què feia aquella botella de vi en fresc? En fi... Joder. I com disfrut d'aquestes situacions!



- Es que eres muy impetuosa!

- Ahora vas a decir que la culpa es mía...

- Tienes razón. Somos muy impetuosos. ¿Verdad?



Ah buenu, ja mus nam entenent.

jueves, 6 de agosto de 2009

El sumidero - Kutxi Romero (Marea)


Creo que observé demasiado a los despojos.
El fracaso es algo hipnótico
y absorbente
que da pie
a la magnificación de los interrogantes.

Estoy seguro de que, ante semejante duda,
Bécquer no sabría que responder
y Neruda se desangraría
en versos
de
una
tristeza
infinita.



Solloza la vida
como lloraría yo.
No es un acto de cobardía,
ni mucho menos,
sólo es el reventar del desarraigo,
el sonido del palpitar
de la raza humana.

Malditos seáis,
ya bastardosdesde el vientre,
trocáis otra muerte
por semen infecto.
No hay ni habrá perdón
en este, mi último juicio,
que no es otro que el de ayer
y
el
de
mañana.




Es temprano,
todavía,
para decapitar a la hidra.

Dejémosla,
por ahora,
ulular
con sus innumerables lenguas.

Alimentémosla
con lo políticamente correcto
para, en medio de sudiscurso cenital,
descubrirnos invisibles,
y en su enmudecer
arrebatarle la palabra.


Vamos a empuñar el serrucho ignominioso del presente,
vamos a romper la sirga,
a invocar al alarido,
asomándonos al balcón de la locura.

Esparcir el serrín
después de la derrota.
Antes de la derrota
que quede escrito
en el asfalto,
como a fuego,
que
vinimos
buscando
pelea.




Hay algo que se tambalea
en las mentes de los
genios onanistas literarios
cuando afirman que su escritura se debe
al reclamo de que vuelvan los Dioses.

Hijos de perra.
Yo escribo para que mueran,
definitivamente.


martes, 4 de agosto de 2009

Per tu de...

De pelatge pitiús, d'aigües dolces i salades. De caderes acollidores, per qui siga delicat.

De paraules tendres, veu un poc aflautada, de fàcil "t'estim".

De cor d'arena blanca i aigua clara, de llàgrimes també fàcils.

D'un arc de savina que es tensa, un gemec de vent entre roques i s'escuma blanca de la mar que brolla entre ses pedres de ses coves.

D'ulls negres com sa nit, amb una birleta de color mel, com sa lluna d'agost. Una mirada d'estrella, si la vols, cada nit.

D'una sinceritat d'arrels, d'una única veritat, sa que li dicta es cor. Sa que vol sa Lluna, mestra de tot allò oníric.

D'un somni, d'un filet daurat. I de trossets de somnis que vaig recollint, poc a poc, i que adornen sa meua memòria, lluny de qualsevol derrota.

No tenc cap por. He tengut molts noms. Diga'm com vulgues, viu-me com ho desitgis. Estima'm, només un poquet, i seràs una victòria més.

Un somni més.

Avui sa teua boca se m'apareix com un gegantesc i temptador caramel de fresa.

Tant de bo estiguéssis aquí, per omplir-me es llit i sa boca, per escalfar-me es llençols i ses mans, per embafar-me es vidres i es ulls. Tant de bo t'adonàssis de que sempre t'he esperat. De que t'he tengut sense haver-te guanyat. De que jo no puc morir sense fer-te meua.

Avui estic aquí per convidar-te a pigar-li mossos a sa vida, que fa gust a menta fresca, a raïm collit d'avui, a un bon vi que faria regalimar pes teu pit, sense deixar-lo perdre... Vull convidar-te a viure, a sentir s'olor de sa terra mullada, de s'aigua de la Mar quan fa mal temps, que sala s'aire, i pareix que es sent es seu gust as llavis.

I somiariem davall des cel d'estiu, veient com cauen ses llàgrimes de Sant Llorenç. I en amagar-se sa Lluna t'estimaria... dies i nits.

T'estimaria sempre, per sempre.



Això ho vaig escriure en abril, pensant com volia que fós es meu estiu, pensant com havien set alguns estius, pensant com haurien de ser tots es estius...

I, és sorprenent, però si sa nostra concepció des temps no fós tan estrictament lineal... podria dir que he viscut aquest tipus d'estiu.

VI (en ploure...)

- Batuadell!!! Deia es mallorquí en veure que plovia...

I sabeu que feim es eivissencs en veure que plou? Feim com es mallorquins: Deixaaaaaaaaarla caure!!

V (En resum)

- Perdona, busques alguna cosa?

- Si, fa temps que busc a sa bona persona que hi ha dins tu.

- No t'esforcis, no hi ha set mai.

IV

- ¡No le pegues!

-¿No? ¿Por qué?

- ¡Porque ya lo hago yo!

III

- No. Tengo pareja. ¿Qué es lo que no entiendes?
.
- La parte del "No." la capto bastante bien pero... hay ciertas sutilezas que no alcanzo a entender.